En los últimos tres meses, para los ahorristas el plazo fijo tradicional resultó la inversión en pesos ganadora respecto a la inflación, por lo que las preguntas que se plantean son qué sucederá en el resto del año y si sigue siendo una “apuesta” para escaparle al incremento constante de los precios de la economía.
Por lo pronto, en noviembre el avance de los precios al consumidor fue 4,9%, en diciembre llegó al 5,1% y, según pronósticos de diversos economistas, se estima que en enero fue de entre 5,5% a 6%.
Esto quiere decir que la renta que otorga una colocación a 30 días fue mayor a la inflación, debido a que un plazo fijo tradicional brinda una tasa nominal anual (TNA) de 75%, que equivale a ganar el 6,2% mensual del capital colocado, y que se aplica sólo para montos inferiores a los $10 millones depositados por personas físicas.
El tema central que genera alerta entre los ahorristas es si esta situación “ganadora” se mantendrá en los próximos meses, debido a que por estacionalidad, por ejemplo, en marzo hay incrementos de varios precios de la economía. Al mismo tiempo, se está transitando un año electoral, con toda la volatilidad que ello le impulsa a las variables por toda la incertidumbre política y económica generada.
“En este escenario, corresponde inferir si se está frente a un proceso en el que el depositante a plazo no resigna una parte del poder adquisitivo de capital invertido, algo que ha sucedido frecuentemente en los últimos años”, dice a iProfesional Andrés Méndez, director de AMF Economía.
El aspecto clave que se debe considerar es la tasa efectiva anual (TEA) que brinda un plazo fijo tradicional, que llega a ser de 107%. Esta rentabilidad sólo se logra si se renueva el depósito cada 30 días de forma consecutiva, incluyendo los intereses conseguidos, durante 12 meses. Así, la renta teórica mensual de ese procedimiento es de 8,8%.
