Esta vez no fue un problema de distribución, como sucedió en la región del AMBA en las recientes jornadas de calor extremo, se debió a un problema de transporte que afectó la generación de electricidad.
En estricto off, funcionarios de la secretaría de Energía que conduce Flavia Royón, no descartan que se haya tratado de un sabotaje. En ese sentido, de manera oficial, se informó que “las causas de las fallas originales en el sistema interconectado las investigará la Secretaría de Energía”.
El problema es en el sistema de interconexión nacional. Se cayeron más de 10.000 MW de potencia por el incendio en una torre de transporte que obligó a las centrales generadoras de energía, Atucha 1 y Central Puerto, a salir de servicio para evitar un problema mayor.
10.000 megavatios, representado como MW, es una unidad de potencia equivalente a un millón de vatios, es una cifra importante para comprender la razón del gigantesco apagón.
Funcionarios nacionales explicaron que “en una jornada de alta demanda de electricidad por las temperaturas estivales existentes se consumieron 25.000 MW en todo el país. La caída del sistema produjo la salida del servicio de 9.000 MW”.
La página de Cammesa, la compañía que administra el mercado eléctrico nacional, mostraba una abrupta caída de la oferta de energía a las 16, cuando el termómetro marcaba los 35°C. En ese momento, la demanda eléctrica del sistema equivalía a 26.570 MW.
