Muere el actor Tom Sizemore a los 61 años

El actor Tom Sizemore ha muerto la tarde de este viernes a los 61 años en un hospital de Burbank. El fallecimiento ha sido confirmado por el representante del artista, quien saltó a la fama como el sargento Mike Horvath en el clásico bélico de 1998 dirigido por Steven Spielberg, Salvando al Soldado Ryan. Hace unos días, los médicos habían comunicado a su familia que no tenían muchas esperanzas después de que este sufriera un aneurisma cerebral al desplomarse en su apartamento de Los Ángeles el 18 de febrero.

El intérprete murió en coma. Estaba ingresado en el centro médico St. Joseph, donde se le atendía por el incidente cerebral, que siguió a un infarto. El equipo médico informó el 27 de febrero a sus dos hijos y a su hermano, Paul Sizemore, que el pronóstico era muy desfavorable. La recomendación a los familiares era optar por desconectar a Sizemore del aparato que lo ayudaba a respirar.

“Era un gran personaje”, ha dicho Paul sobre su hermano en un comunicado compartido por el publicista del actor, Charles Lago. “Era talentoso, cariñoso, generoso y podía mantenerte entretenido sin fin gracias a su ingenio y a sus habilidades para contar una historia”, añadió su hermano. Los Sizemore nacieron en el este de Detroit. Eran hijos de un profesor universitario de filosofía que se convirtió en abogado. Su madre era una funcionaria en el ayuntamiento.

Thomas Edward Sizemore estudió teatro en una universidad del este. Continuó sus estudios en Filadelfia y dio el salto a Nueva York a finales de los años ochenta. Cimentó una sólida trayectoria durante la década de los 90, donde encarnó en la pantalla a varios tipos duros, generalmente hombres enrolados en la policía o las fuerzas armadas. Trabajó para algunos de los directores más importantes de esa década, robusteciendo casi siempre el elenco para obras de cineastas como Oliver Stone (Natural Born Killers y Nacido el 4 de julio), Tony Scott (True Romance, con guion de Tarantino), Michael Mann (Heat), Kathryn Bigelow (Point Break), Martin Scorsese (Bringing out the dead) y Ridley Scott (Black Hawk Down), entre varios otros.

Aunque nunca dejó de trabajar, su carrera se alejó de las grandes producciones y los directores más de renombre por sus repetidos problemas con las drogas, que comenzaron con el alcohol y la cocaína y lo llevaron a la heroína y las metanfetaminas, además de conflictos en su vida personal. La primera década de los dos mil fue especialmente turbulenta para el actor, quien fue nominado a un Globo de Oro por su papel en la serie Witness Protection.

En 2004, cuando tenía 47 años, fue condenado por abusar de su novia, Heidi Fleiss. Sizemore conoció a la polémica mujer, conocida como la Madame de Hollywood por encabezar una red de prostitución en California, cuando esta salió de prisión al enfrentar cargos por delincuencia organizada y evasión fiscal. Sizemore fue condenado a seis meses de cárcel por su delito. El juez que le transmitió el fallo también le ordenó que se sumara a un programa de rehabilitación contra las drogas (en otro momento Robert De Niro también le insistió en la importancia de la desintoxicación).

“He permitido que mis demonios personales se hagan con el control de mi vida”, dijo en una carta al juez, donde afirmaba que de no ser por las sustancias, controlaría su comportamiento. Al año siguiente, violó su libertad condicional, lo que lo hizo merecedor a una pena de 17 meses tras las rejas.

En 2009, el actor fue detenido nuevamente por la policía de Los Ángeles, quien lo acusó de violencia machista contra su prometida en esa época. Meses antes, Sizemore había tenido otro encuentro con la ley cuando elementos de la policía lo capturaron en una gran operación antinarcóticos realizada en la ciudad de Bakersfield, al norte de Los Ángeles.

La polémica no termina allí. En 2017, The Hollywood Reporter sacó a la luz el presunto abuso sexual a una actriz de once años en el rodaje de la cinta Piggy Banks, estrenada en 2005. El incidente, ocurrido dos años antes, llevó a que el equipo de la producción expulsara temporalmente a Sizemore del rodaje. La víctima exploró la posibilidad de demandar al actor y a sus propios padres.

Los varios problemas legales se acumularon y lo hicieron perder unos 18 millones de dólares. En 2005 tuvo que deshacerse de su casa, que alguna vez perteneció a Gary Cooper, y se declaró en bancarrota. Para intentar recuperar algo de dinero, el actor intentó vender algunas cintas de pornografía casera que había filmado junto a nueve mujeres diferentes. Eran los años más oscuros de un artista que vivió al máximo, como los personajes que llevó a la pantalla.

Author: editor

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